El pasado 25 de marzo se confirmó lo que era ya un secreto a voces: los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 no se celebrarían, como había sido ya tradición en la era moderna, en los meses de julio y agosto del año correspondiente. Los primeros Juegos Olímpicos suspendidos.
La vigésimo novena edición de los Juegos Olímpicos modernos ha sido suspendida y ahora, en julio de 2021 será la primera vez que la apertura de unos Juegos Olímpicos no se lleve a cabo en el marco del cierre de una olimpiada.
Si, sí leíste bien y, sí, lo que acabas de leer tiene sentido. ¿Qué quiere decir esto?
En oposición a lo establecido por la Real Academia Española y, consigo, a lo que cientos de personas creen, “Jugos Olímpicos” no es sinónimo de “Olimpiadas”. En realidad, son dos conceptos totalmente diferentes que, debido a su contexto, van de la mano.
Por un lado, el concepto de Juegos Olímpicos se define como “competición deportiva que se celebra cada cuatro años en una ciudad previamente determinada”[1]. Es decir, es aquel evento deportivo internacional, con una duración aproximada de un mes, en la que se llevan a cabo diferentes competiciones deportivas entre atletas que adoptan al olimpismo como forma de entenderse y manejarse y que representan a un país o una federación.
Por otro lado, Olimpiada se define como “periodo de cuatro años comprendido entre dos celebraciones consecutivas de juegos olímpicos”[2]; es decir, los cuatro años que hay entre competición y competición. En este sentido, podemos ver que el término “olimpiada” es una unidad de medida, no una competición. De hecho, es así como se le entendía en la época antigua, desde la celebración de los primeros Juegos Olímpicos en Olimpia en 776 a.C. (al menos de los primeros en los que se tiene registro de los ganadores) hasta el año 393 d.C. cuando Teodosio los elimina argumentando que era una celebración pagana.
Habiendo mencionado esto, es pertinente señalar que actualmente nos encontramos viviendo la XXXII olimpiada de la época moderna, a espera de celebrarse la vigésima novena edición de los Juegos Olímpicos, misma que se celebrará habiendo empezado ya la XXXIII olimpiada.
¿Por qué el desfase? Si bien esta es la primera ocasión en la que se suspenden unos juegos olímpicos, no será la primera vez en que éstos no se llevan a cabo tras una olimpiada. La diferencia está en que, en las ocasiones previas, los juegos olímpicos no fueron suspendidos, sino cancelados. Debido a las dos Guerras Mundiales, las ediciones de 1916, 1940 y 1944 fueron canceladas; sin embargo, se realizó la cancelación de los juegos olímpicos, no así de las olimpiadas.
Ahora bien, se realiza la suspensión de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. ¿Qué sigue?
Ya que Thomas Bach y el Comité Olímpico Internacional establecieron como nuevas fechas de celebración de la justa olímpica del 23 de julio al 8 de agosto de 2021, ahora toca el turno de que las federaciones internacionales respectivas señalen cuáles serán las fechas de los clasificatorios que aún están pendientes por celebrarse.
Mientras tanto, las federaciones nacionales tendrán dos tareas. La primera será el “sentarse a hacer números” para lograr hacer que el presupuesto que tenían programado hasta agosto les dure 12 meses más, o bien entablar pláticas con los gobiernos y patrocinadores correspondientes para obtener los recursos suficientes y necesarios para llegar a las nuevas fechas. La segunda será definir quiénes son los y las mejores atletas que acudirán a los clasificatorios pendientes, analizando los requisitos de elegibilidad para cada uno de ellos, así como el momento del ciclo deportivo por el que pasa cada uno de sus representantes.
Finalmente, ¿qué sigue para los atletas? Primero, los atletas ya clasificados tendrán que hacer un gran ajuste en cuanto a su plan de entrenamiento. Se les está pidiendo que en lugar de llegar al clímax de su preparación deportiva, física, mental y nutricional en lo que era ya tan solo unas semanas, posterguen el estar en un nivel medio durante un año más. Cambiarán su rutina de ejercicio y de preparación, exigiéndole a su cuerpo y mente que se mantengan así por un periodo todavía más largo. Segundo, aquellos atletas que apenas llegarían a sus eventos clasificatorios en estas semanas tendrán que seguir con una preparación de alto nivel durante un periodo aún indefinido. Muchos de ellos sin tener los medios y/o recursos óptimos para su preparación y todos tratando de mantener su cuerpo y mente en un estado al que no cualquier ser humano puede llegar.
Se suspenden los Juegos Olímpicos. La olimpiada sigue. El deporte continúa.
[1] Diccionario de la Real Academia Española, Olimpiada, consultado en https://dle.rae.es/olimpiada?m=form
[1] Id.