Sería muy inocente de mi parte decir que, en el deporte, los atletas siempre han competido con integridad, bajo conductas éticas, siguiendo el espíritu del olimpismo o la pureza del deporte en sí. Estaría mintiendo si les digo que los atletas compiten en igualdad de circunstancias, sin manipular resultados y sin doparse. Desafortunadamente, en la historia deportiva hemos presenciado acontecimientos que han manchado al deporte; desde sucesos violentos por parte de aficionados, intentos de boicott de grupos terroristas, actos racistas y discriminatorios hacia y por parte de deportistas e influencia negativa de quienes portan pantalones largos, hasta sucesos en donde los deportistas obtienen ventajas sobre sus contrincantes por medio del dopaje.
Ahondaré un poco en el tema del dopaje pues, tristemente, es una problemática sobre la que, con el paso del tiempo, más se habla. Cada año resulta más frecuente escuchar o leer noticias sobre algún deportista que se encuentra bajo investigación por la World Anti-Doping Agency (WADA) o sobre su resultado final: que un deportista ha sido suspendido por la WADA por un periodo determinado. Sin embargo, el dopaje en el deporte es un tema que continúa sin ser entendido, en su totalidad, por muchas personas y del que se puede obtener gran conocimiento.
¿Qué es el dopaje? El dopaje se define como el acto en el que infringen una o más de estas situaciones[1]:
· Presencia de una sustancia prohibida en la muestra de un atleta
· Uso o intento de uso de una sustancia o método prohibido
· Negación a realizar un control luego de haber sido notificado
· Error al registrar información sobre la ubicación de los atletas y faltas a controles
· Alteración en cualquier parte del proceso de control de dopaje
· Posesión de una sustancia o método prohibido
· Tráfico de una sustancia o método prohibido
· Administración o intento de administración de una sustancia o método prohibido a un deportista
· Complicidad en infracción a la norma antidopaje
· Asociación prohibida del deportista con personal de apoyo a éste que esté sancionado por la norma antidopaje
La lista de sustancias y métodos prohibidos se aplica a los deportistas dentro y fuera de competencias y ésta se modifica y publica anualmente. Estas sustancias y métodos se clasifican en tres rubros: a) Aquellos que están prohibidos en todo momento (dentro y fuera de competencia), b) Prohibidas durante competencia y c) Prohibidas en algún deporte en particular.
De igual manera, es importante señalar que existe otra clasificación dentro de las sustancias prohibidas: a) Aquellas prohibidas en su totalidad y b) Aquellas prohibidas a partir de un determinado porcentaje de presencia en la posible muestra corporal.
Adicionalmente, se encuentra regulado en el Código Mundial Anti-Dopaje que todo deportista de nivel internacional debe presentar su solicitud de Autorización de Uso Terapeútico (AUT) a su Federación Internacional – quien es la responsable de aceptar el uso de determinadas sustancias prohibidas en situaciones específicas. Por otro lado, un deportista de nivel nacional deberá presentar la solicitud a la Organización Nacional Antidopaje (ONAD) y su Federación Nacional deberá tener conocimiento de ello.
Ahora bien, al hablar de dopaje es difícil recordar únicamente un caso que hubiere marcado nuestra memoria. Todos, seguidores o no del deporte en general, hemos escuchado sobre más de un caso de estos. Desde lo sucedido con la antigua República Democrática Alemana orquestado por el mismo gobierno en que muchos atletas participaron sin tener conocimiento de ello; el positivo de Diego Armando Maradona en el Mundial de 1994, la suspensión[2] de la Federación Rusa de Atletismo desde 2015 por evidencias de dopaje masivo en el deporte; o uno de los más recientes y que más revuelo causó: el atleta jamaicano Nesta Carter y por el que, en consecuencia, le quitaron una medalla olímpica a Usain Bolt, Asafa Powell y Michael Frater.
Existen decenas de casos de dopaje que han ocurrido a lo largo de la historia. Con excepción de casos contados, los atletas involucrados son distintas personas y en cada uno de ellos, hay particularidades que han definido la resolución de los mismos. Sin embargo, considero que existen tres rubros en que los casos pueden clasificarse, y es de acuerdo con la causa que los origina: Aquellos en donde los sujetos están conscientes de la ilegalidad que se comete; aquellos que ocurren por un “error humano” (y del que, nos parezca o no, tiene consecuencias legales); y, aquellos que ocurren por accidente.
Ya sabía.
Lance Armstrong, ciclista estadounidense.
Probablemente el caso de Armstrong es uno de los más conocidos por el público en general.
Tras haber superado cáncer de testículo y habiendo ganado 7 Tour de France, hasta el año 2009 Lance Armstrong se encontraba posicionado como uno de los deportistas más venerados y seguidos, pues representaba fortaleza, perseverancia y dedicación.
Fue hasta que un diario francés comenzó a publicar testimonios sobre personas que aseguraron que el estadounidense había estado ingiriendo sustancias prohibidas durante todas sus competencias, que todo se vino abajo.
La investigación comenzó, especulaciones surgieron, acusaciones formales, algunas disculpas por pruebas inconclusas y el silencio por parte de Armstrong fueron lo que marcó algunos meses.
No obstante, tras una investigación que duró 4 años, y después de una entrevista dada por el propio Armstrong en 2013 declarando: “Al saber de mi cáncer tomé la actitud de ganarlo todo. Es humanamente imposible ganar 7 Tours sin doparte.”, todos los resultados obtenidos desde el año 2000 fueron borrados de los records históricos del ciclismo.
Armstrong perdió su título de embajador del deporte, dejó de ser venerado y ejemplo para deportistas de diferentes disciplinas. En su lugar, un nuevo título fue puesto al lado de su nombre: “El Rey del Dopaje”.
Perdón…
Maria Sharapova, tenista rusa.
El 26 de enero de 2016, Sharapova se sometió a una prueba antidopaje durante su participación en el Australian Open y, una semana después, ya estando fuera de competencia, la atleta fue sometida a una nueva prueba.
Tras un mes de haberse realizado la segunda prueba, Sharapova recibió una carta por parte de la Federación Internacional de Tenis manifestando que sus pruebas habían salido positivas a la presencia de Meldonium en un porcentaje de 120 μg/ml.
¿Maria Sharapova se había dopado? Sí. Sin embargo, no lo había hecho conscientemente; ni su propio equipo de trabajo sabía que esto había ocurrido. Al recibir la carta Sharapova y su equipo,
inmediatamente pensaron que el resultado de la prueba se trataba de un falso-positivo; la reclamarían, pedirían la examinación de la otra muestra y todo quedaría resuelto. A pesar de ello, la inquietud los impulsó a investigar qué es lo que era el Meldonium y las sustancias en las que éste podía estar presente.
Para su sorpresa, el equipo se dio cuenta de que dicha sustancia se encuentra presente, en pequeñas cantidades, en un medicamento que Sharapova tomaba desde la infancia para prevenir problemas diabéticos que ya estaban presentes en su familia. Entonces, ¿cómo es que esa era la primera ocasión en la que salía positivo a una prueba? Bien, ¿recuerdan que en líneas anteriores les dije que la lista de sustancias y métodos prohibidos se publica de manera anual? Esto ocurre el 1 de enero de cada año y, el 1 de enero del 2016, se publicó la lista en la que, por primera vez, se mencionaba al Meldonium como una de las sustancias prohibidas.
Alguien no había revisado la actualización anual de la lista y, en consecuencia, en ningún momento hubo aviso a la Federación Internacional de Tenis sobre la presencia de esta sustancia en los medicamentos que Sharapova ya venía ingiriendo durante años. ¿La consecuencia? Una suspensión de 15 meses.[3]
¿Cómo?
Richard Gasquet, tenista francés.
En marzo de 2009, Gasquet hizo un gran esfuerzo por superar una lesión de hombro, sufrida un mes antes, con el objetivo de participar en el Torneo ATP Sony Ericsson en Miami, Florida. No obstante, tras molestias presentadas durante los entrenamientos ya en territorio norteamericano, el francés tomó la decisión de cancelar su participación para que así pudiera estar en condiciones óptimas en su siguiente torneo, que sería durante el mes de abril.
Tras tomar la decisión, y aprovechando que ya se encontraba en la ciudad de Miami, Gasquet y su equipo decidieron ir a cenar para más tarde asistir al concierto de un amigo que se llevaría a cabo en un famoso centro nocturno de la localidad. A la mañana siguiente, el francés acudió a firmar su salida formal del torneo y se le solicitó presentar una muestra de orina para análisis.
Un mes después, tras terminar su participación en el torneo programado, Richard Gasquet recibió una notificación de la WADA informándole sobre su suspensión tras haber encontrado rastros de benzoilecgonina, un metabolito de cocaína y una cantidad muy pequeña de cocaína no metabolizada en su muestra dada en Miami ¿Qué había pasado?
El tenista en ningún momento consumió esas sustancias en sus alimentos, bebidas o medicinas. Lo que sí ocurrió fue que, durante esa salida en Miami la noche anterior a presentar su muestra, Gasquet entabló una fugaz pero cercana amistad con una mujer llamada Pamela, con quien no solo compartió un vaso de vodka con jugo de manzana, sino con quien también intercambió una serie de besos durante el transcurso de la noche.
Tras una serie de investigaciones se comprobó que Pamela, en diferentes ocasiones durante esa noche, acudió al baño del establecimiento a ingerir cocaína y que, de manera constante presentaba rastros de benzoilecgonina en su cuerpo.
¿La lección? Hay que decidir mejor con quién se quiere ser compartido.
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